“Aprendizaje personalizado” es un
término que cada vez se está haciendo más común en la medida en la que la
educación se vuelve más ambiciosa y orientada hacia la consciencia de sí mismo,
alejándose del modelo clásico de enseñanza hacia un modelo donde emergen nuevas
herramientas y nuevas formas de pensar (como el blended learning o el
aprendizaje basado en el juego) que son utilizadas para diseñar una experiencia
de aprendizaje que realmente llene la necesidad existente en el mundo actual.
El aprendizaje personalizado es
cualquier tipo de experiencia de aprendizaje que es auto-iniciada y
auto-dirigida en busca de resultados que son, primero que todo, personales.
Esto incluye la identificación de tópicos y temas potenciales, la
autoevaluación, la conexión con pares y expertos, y otros componentes
importantes presentes en cualquier proceso de aprendizaje verdaderamente
significativo. El resultado final es, idealmente, un estudiante o aprendiz
instruido, tanto en el contenido, como en el proceso de aprendizaje. No es sólo
aprender, sino además comprender de qué forma se aprende, así como el mundo que
nos rodea.
Bajo la aproximación del modelo
clásico de enseñanza, los estándares son “un conjunto de competencias
institucional y políticamente establecidas que pueden ser testadas, medidas y
convertidas en datos para mejorar y refinar el proceso de enseñanza”. El
aprendizaje personalizado, por su parte, persigue un marco más “superficial” de
competencias y se enfoca en su lugar en el proceso de aprendizaje en sí mismo,
lo cual tiene mucho sentido en el mundo actual en el que vivimos, rico y
repleto de información.
Un ejemplo puede ayudarnos en la
comprensión del término de “aprendizaje personalizado”. Pongamos el ejemplo de
un hombre mayor que tiene dolores de espalda y busca un quiropráctico que le
ayude a correr, saltar y levantar objetos con la habilidad de hace 5 años
atrás. Tras hacer una prueba de rayos X y revisar los resultados obtenidos en
una resonancia, los médicos crean una rutina de ejercicios para él y acude a
completar dicha rutina 3 veces a la semana, durante un período de 1 mes,
acompañada por otros tratamientos.
A medida que avanza el
tratamiento, al hombre le llama la atención que nadie extrae nueva información
o datos acerca de su progreso o estado: amplitud de movimientos, umbrales de
dolor, revisión de resultados u otros aspectos que luego puedan ser utilizados
para modificar y personalizar el plan de tratamiento más general. Al mirar a su
alrededor, se da cuenta que la superposición –la coincidencia- de los cursos de
tratamiento entre otros pacientes y el suyo es de alrededor un 90%. Hacen
prácticamente los mismos ejercicios, de la misma forma, por la misma cantidad
de tiempo y en el mismo orden cuando, más allá de una necesidad universal de
ganar fuerza en el torso/espalda, existen pocas posibilidades de que sus
cuerpos, las lesiones y sus necesidades fueran tan similares como para llevar
exactamente el mismo curso de tratamiento.
Este ejemplo es un reflejo de lo que
a menudo sucede en el contexto de clases, lo cual resulta asimismo inquietante.
Más allá de algunos intentos breves y menores de verdadero aprendizaje
personalizado, las instrucciones y la forma de impartir los contenidos suelen
ser generalizadas, directas (el estudiante suele permanecer en un rol pasivo de
“recepción”) y poco integrativas.
Afortunadamente, existen hoy en
día varias iniciativas en este sentido en España, la mayoría de ellas privadas,
algunas concertadas y consideradas como experiencias piloto con posibilidad de
continuidad y ampliación en los próximos cinco años. Se trata de colegios que
creen en el aprendizaje personalizado, en el aprendizaje basado en el trabajo
cooperativo que huye de verdades
absolutas y plantea preguntas abiertas, colegios en los que el
estudiante es el protagonista del proceso de aprendizaje y el maestro ha dejado
de ser la figura del que todo lo sabe y ahora es el que acompaña y guía al
alumno a través de trabajos por proyectos, espacios diáfanos y muy distintos de
los tradicionales.
Finlandia lleva años apareciendo
en los primeros puestos de los países en los que los estudiantes sacan mejores
resultados y ahora anuncia una reforma de ese sistema para adecuarse a los
nuevos tiempos.
Pasarán de enseñar por asignatura a enseñar por situaciones prácticas
para preparar a los estudiantes para afrontar un futuro profesional más
adaptado a los tiempos actuales. También evitarán que los alumnos se
sienten pasivamente en sus sillas a escuchar al profesor, o esperar a ser
preguntados. En vez de ello se
busca un acercamiento más colaborativo, donde los alumnos trabajen en
pequeños grupos para resolver problemas mientras mejoran sus capacidades de
comunicación. Una nueva forma de rediseñar el sistema preparando a los niños
para un futuro con capacidades que son necesarias ya hoy y lo serán más el día
de mañana.
“Justo a tiempo, justo lo suficiente y justo
para mí” es una forma sencilla de articular el concepto de
diferenciación/personalización del aprendizaje.
Es de gran importancia el hecho
de que tanto padres como educadores estemos dispuestos a cambiar nuestras
perspectivas para tomar consciencia de las necesidades actuales en cuanto a la
enseñanza, así como a los estándares actualmente estipulados en un marco más
convencional que no deja de afectar aquello que exigimos y esperamos de los
estudiantes, así como la forma en la que los acompañamos en el transcurso de su
aprendizaje.
Fuentes:
-A simple way to clarify personalized learning-
Terry Heick para Teachthought
-The definition of personalized learning - Terry Heick para Teachthought
-Asi se enseña sin asignaturas, sin libros de texto y sin exámenes - Olga Sanmartín para El Mundo
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