jueves, 28 de julio de 2016

Frenar “el bajón del verano” en el aprendizaje a través de la escritura y la lectura

Con la llegada de las vacaciones y la pausa del verano, suele empezar la discusión en cuanto a cómo evitar el bajón que supone esta época en las habilidades y hábitos de estudio de los niños.

Se manejan muchas estadísticas en cuanto a cómo la pausa vacacional influye negativamente en las habilidades y conocimientos adquiridos durante el año, así como en los hábitos diarios que organizan la vida de los niños y su rol como estudiantes. Surgen así muchos consejos, tips, ideas, recursos y estrategias que pretenden reducir el impacto ocasionado por el hecho de que los estudiantes estén fuera del aula durante todo el verano.
Muchos padres optan por comprar y saturar con cuadernillos de contenido y práctica (mates, lengua, naturales…) a los niños, lo que no sólo produce en ellos gran frustración, sino que además tensa la relación entre padres e hijos y el verano termina por ser una extensión de la “lucha” frente a los estudios y la necesidad de abarcar ciertos contenidos o actividades. Si comparásemos esto al mundo adulto, no es difícil ponerse en los zapatos de los niños imaginando lo desagradable que nos resultaría tener que trabajar durante nuestras vacaciones. No obstante, la pérdida del aprendizaje durante el verano es una realidad que afecta a muchos estudiantes y desde luego exige una gestión que pueda conciliar el respeto por su época de descanso con el mantenimiento de las habilidades adquiridas y hábitos mínimos cotidianos.