miércoles, 9 de agosto de 2017

Contar con los dedos: ¿Costumbre o camino genuino hacia el aprendizaje?

Foto: Cebolledo
“La mente inteligente trabaja mano a mano con la mano eficiente.
La mano eficiente trabaja mano a mano con la mente inteligente.”

En estos días existe una considerable dependencia de las matemáticas, tanto a nivel tecnológico como en nuestra vida cotidiana. Sumar, restar y contar son procesos matemáticos que todos usamos en nuestro día a día de un modo natural y espontáneo.
A pesar de los aportes de los avances tecnológicos al campo del aprendizaje, nuevas investigaciones sugieren que, en contra de lo que se viene pensando hasta ahora, los pequeños pueden mejorar en matemáticas si realizan sus cálculos contando con los dedos.
Los profesores suelen decirles a los niños que es mejor contar con la cabeza y el contar con los dedos suele verse como un signo de debilidad en lo relativo a su habilidad con las matemáticas.
Sin embargo, un nuevo estudio británico, publicado en “Fronteras en Educación” sugiere que esta creencia puede ser errónea ya que el contar con los dedos parece acelerar el aprendizaje de las matemáticas cuando éste se hace junto con juegos de números.
Se realizó un experimento de cuatro semanas de duración con 137 niños de 6 y 7 años de edad en el que los niños se dividieron en cinco grupos.
Uno de los grupos realizó ejercicios de contar con los dedos, tales como contar de 1 a 10 utilizando cada uno de los dedos de la mano, mostrando el número correcto de dedos cuando se nombraba un número específico y haciendo sumas o restas sencillas utilizando sus dedos.
El segundo grupo realizó juegos de números, como dominó y juego de cartas.
Los grupos tercero y cuarto realizaron ambas tareas, tanto ejercicios de contar con los dedos como juegos de números.
El quinto grupo fue el grupo de control y no realizó ninguna de las tareas anteriores, ni ejercicios de contar con los dedos ni juegos con números.
Los resultados mostraron que solamente el grupo de niños que hicieron los ejercicios de contar con los dedos mejoraron su sensibilidad aritmética con los dedos (la habilidad de diferenciar mentalmente los diferentes dedos y asociarlos a números), mientras que aquellos que realizaron juegos de números fueron más capaces de calibrar visualmente el tamaño relativo de pares de agrupaciones de puntos. El grupo de niños que participó en ambas tareas superó al grupo de control en varias habilidades relacionadas con matemáticas, incluyendo contar, ordenar, comparar y agregar.
En otras palabras, mientras los juegos con números mejoraron ligeramente una habilidad matemática, los niños experimentaron mejoras más amplias en un rango de pruebas cuando también utilizaron sus dedos para contar en algunos ejercicios.
Los autores del estudio, Tim Jay y Julie Betenson, sugieren una curiosa explicación para dar cuenta de estos resultados: "La parte del cerebro que responde al número está en la proximidad del área que se activa cuando los sujetos realizan actividades de apuntar y coger." Así que cuando usamos nuestros dedos, también activamos las áreas de nuestro cerebro asociadas con el recuento. Este procesamiento paralelo puede explicar por qué los niños pequeños se benefician del recuento con los dedos.
Estos datos indican que, contrario a la creencia más afianzada en cuanto a la regresión asociada a contar con los dedos, esta es una práctica que merece ser reconsiderada, ya que esta costumbre ha demostrado ser muy válida para mejorar varias habilidades en el ámbito de las matemáticas.
Según demuestran los estudios científicos, entre los 4 y los 6 años se desarrolla la mayor parte del tejido neuronal. Este proceso se mantiene dinámico hasta los 12 años, momento en el que el desarrollo de los tejidos nerviosos alcanza el 75%. Durante la adolescencia, se configura el 90% de lo que será el cerebro adulto.
Los resultados del estudio realizado por Tim Jay y Julie Betenson nos recordaron la noticia publicada recientemente en los medios de comunicación: Nacho, un niño de Toledode 8 años ha ganado el campeonato internacional de cálculo mental, celebrado enKuala Lumpur el pasado 16 de julio. A Nacho siempre le gustaron las matemáticas y sus padres le apuntaron a un programa llamado Aloha Mental Arithmetic para seguir mejorando en esta asignatura. El ábaco es una de las herramientas básicas de aprendizaje en este programa. En una de las entrevistas se puede apreciar cómo Nacho utiliza los dedos para realizar mentalmente los movimientos con el ábaco.
En 2013 se realizó un estudio sobre el impacto del aprendizaje de aritmética mental con ábaco en las habilidades cognitivas de los niños, y se comprobó el impacto positivo del aprendizaje con esta herramienta en habilidades cognitivas tales como concentración, resolución de problemas, memoria operativa, memoria asociativa, orientación espacial, formación de conceptos y creatividad. El cálculo con ábaco implica la acción coordinada de los principales nervios del cuerpo humano -por ejemplo vista, sonido y movimiento de las manos-, lo que potencia el desarrollo cerebral.
Notas como éstas nos recuerdan que, más allá de las maravillosas fuentes de innovación que existen hoy en día en el ámbito educativo y de aprendizaje, algunas estrategias más clásicas no son sólo un ejercicio de nostalgia, sino un camino genuino hacia un aprendizaje integral y real.
En esta misma línea, hablamos hace algunos meses en uno de nuestros post “Escritura Vs.Teclado” acerca de cómo el hecho de escribir a mano fija la comprensión de la materia estudiada, y se ha comprobado a través de resonancias magnéticas de cerebros adultos en funcionamiento que existe una red característica del cerebro que se activa al leer e incluye áreas que se relacionan con procesos motores.
En definitiva, parece que las áreas relacionadas con el aprendizaje, parecen estar conectadas o asociadas de alguna manera con áreas sensoriales (visual, auditiva, táctil) que potencian el mismo cuando se realizan de manera conjunta. No en vano muchos proyectos educativos actuales resaltan la importancia de rescatar el aprendizaje experiencial, (ver nuestro post Tinkering: un campamento de verano para explorar el mundo con lasmanos), así como el que se basa en actividades manuales. Estas representan una oportunidad para “pensar con las manos”, intentando a partir de ello construir el significado de lo que se aprende y la comprensión de ello.
No se puede perder de vista que la comprensión matemática potencia el pensamiento lateral. Asimismo, la exploración y la práctica matemática constante fomentan la autoconfianza en las propias capacidades mentales, inteligencia y habilidad para la resolución de problemas. Las matemáticas poseen ciertas características que las hacen adecuadas para el entrenamiento de la mente del estudiante, como lo son la simplicidad, la precisión, la exactitud, la originalidad y el razonamiento similar al de la vida diaria.
Pongamos las matemáticas y los cinco sentidos a trabajar conjuntamente para obtener mejores resultados.
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Artículo de Kreadis con información de:
Edutopía - Youki Terada - Research and Standards Editor @ YoukiTerada
Impacto del aprendizaje de aritmética mental con ábaco en las habilidades cognitivas de los niños  (Junio 2013) – Aloha Mental Arithmetic – Universidad de Madrás – Dra. K. Vasuki - Departamento de Psicología Aplicada e Investigación del Comportamiento