domingo, 22 de marzo de 2015

Sociabilidad y Aprendizaje Cooperativo en el aula

La oportunidad de interacción y la capacidad cooperativa de los niños les permite implicarse y comprometerse de forma positiva en el proceso de aprendizaje. A menudo llamamos a esto sociabilidad, y la reconocemos en los niños cuando observamos el disfrute que les supone estar juntos –hablando, bromeando, riendo, trabajando y haciendo amistades. Es a través de estas interacciones que los niños atraviesan barreras hacia nuevas esferas de aprendizaje. La sociabilidad no solo proporciona a los niños una ventaja en el contexto escolar, también es vista por los líderes actuales como un elemento clave en el liderazgo, gestión e innovación que requiere el mundo actual, progresivamente más complejo.

Aspectos clave de la Sociabilidad y el Aprendizaje Cooperativo
Los aspectos clave de la sociabilidad se derivan de las habilidades que ayudan a los niños a entender y expresar emociones y conductas de forma que facilitan las relaciones positivas.
Estos aspectos incluyen: (1) Capacidad de autorregulación  (2) Escucha activa   (3) Cooperación    (4) Comunicación efectiva
Aunque hay niños más o menos extrovertidos o introvertidos que otros, todos los niños pueden aprender las habilidades necesarias para trabajar juntos para construir relaciones necesarias para la vida.
La sociabilidad se relaciona con las habilidades socio-emocionales y estas habilidades se desarrollan tanto dentro como fuera del aula de clases. La sociabilidad juega un papel importante en el desarrollo de la curiosidad, la resiliencia, la capacidad para reflexionar acerca de sí mismo, la integridad, la creatividad y la empatía.

La capacidad de cooperación con los demás es fundamental para las comunidades de aprendizaje exitosas, bien se trate del aula de clases o de actividades extra-curriculares. La sociabilidad se desarrolla y aumenta cuando los niños se sienten conectados, respetados, cuando se sienten valorados y cuando pueden comunicar sus sentimientos en sus relaciones con otros. 

Estrategias que promueven la Sociabilidad y el Aprendizaje Social
1.      Enseñanza temprana de habilidades sociales
Una de las estrategias más efectivas para enseñar habilidades sociales en el colegio es crear un lenguaje social común que se convierta en parte de la cultura del aula. Este lenguaje contiene formas familiares y comprensibles de comunicarse con los demás, incluyendo cómo escuchar, mostrar gratitud o disculparse.
2.      Crear normal sociales compartidas
La sociabilidad aumenta cuando los estudiantes aprenden a cooperar entre sí. El problema en muchos colegios y clases es que la cooperación suele estar infravalorada. En su lugar, muchos niños sienten la necesidad de competir entre sí por poder, estatus o logros. En lugar de pensar en cómo crear orden en las clases, es más importante pensar en cómo crear una comunidad de aprendizaje cooperativa. Esto significa que necesitamos cambiar desde las aproximaciones más tradicionales de liderazgo que obligan a la cooperación a través de reglas y obediencia, a formas en las que podamos dar voz a los niños para que creen sus propias normas sociales compartidas.
Cuando los estudiantes se comprometen activamente en el establecimiento de normas sociales, las conductas de cooperación y aprendizaje aumentan. Como resultado de su compromiso y participación, los estudiantes llegan a adquirir la convicción de que la cooperación es la mejor forma de desenvolverse. Esto también representa una lección experiencial en cuanto a democracia y responsabilidad social.
3.      Involucrar a los estudiantes en el aprendizaje cooperativo
Estudios muestran que los estudiantes que trabajan juntos en grupos pequeños pueden aprender y retener mejor el conocimiento que aquellos a los que el mismo contenido les es presentado en otros formatos. El aprendizaje cooperativo, también conocido como aprendizaje colaborativo, incluye el trabajar junto con otros compañeros de cara a una meta común. A menudo incluye identificar y estudiar de forma colectiva problemas del mundo real, interactuar con otros compañeros y evaluar las contribuciones de los demás.
El mejor ambiente para el aprendizaje cooperativo es aquel en donde los estudiantes:
  •     Deben cooperar para completar la tarea
  •     Deben rendir cuentas como equipo en cuanto al resultado final
  •     Ayudan a los demás a aprender
  •     Usan habilidades interpersonales y grupales como: toma de decisiones, resolución de conflictos y comunicación efectiva
  •     Reflexionan acerca de cómo ha funcionado el equipo y cómo puede mejorar
Cuando los niños aprenden en este tipo de grupos, no solo aprenden mejor, sino que desarrollan la sociabilidad y habilidades sociales que fortalecen sus relaciones y los preparan para el futuro. De ahí la importancia de reflexionar cómo se incluye el aprendizaje de la sociabilidad en el aula de clases y las posibles alternativas para promoverlo y reforzarlo.
Con información de Marilyn Price-Mitchell en edutopia. Traducción de Kreadis.

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