Cada vez se amplían las reflexiones
y acciones destinadas a crear espacios de igualdad en los distintos contextos
en los que nos desenvolvemos. Aún así, los sesgos en cuanto a género se siguen
colando en nuestro día a día de forma más o menos sutil. La educación es la
primera y más potente herramienta con la que contamos para combatir dichos
sesgos, de manera que se pueda partir de una posición reflexiva e integradora
que permita oportunidades equitativas para todos los individuos como parte de
la sociedad.
En este sentido, los profesores y
educadores tienen un papel importante en el momento de sentar las bases de cara
a dicha equidad. Rebecca Alber, educadora y consultora en educación, reflexiona
al respecto en un artículo para Edutopia, apuntando algunas ideas para
reflexionar y trabajar sobre la igualdad en el contexto de la enseñanza.
Revisamos sus apuntes al respecto:
He trabajado durante dos décadas en
escuelas públicas, y he detectado una tendencia en lo que respecta a la
participación de las estudiantes en la clase: En el pasado, al observar las
clases de primaria, un buen número de niñas se animaban de forma continua a pedir
la palabra, compartir sus opiniones e ideas y a leer en voz alta de manera
voluntaria. Actualmente trabajo con estudiantes de secundaria y bachillerato y
es palpable un cambio que se da alrededor del primer año de ESO: Las
estudiantes son mucho más reservadas y menos participativas que en los años de
educación primaria.
¿Qué puede estar detrás de este
preocupante cambio?
Durante la pubertad, los niños parecen
fuertemente influenciados por las normas tradicionales de género, amplificadas
por la cultura popular. Las investigaciones en el campo de la educación han encontrado
que el estereotipo del ‘varón asertivo’ y la ‘mujer pasiva’, son a menudo
reforzados en nuestras escuelas y en cada aula. Por ejemplo, la publicidad
“Como una niña” (En inglés original: “Like a girl”) intenta, a la vez, captar y
romper con dicho estereotipo de género.
Disparidad
de Género en la participación y en el material curricular
¿Qué suele ocurrir en las aulas? En
gran amplitud de observaciones en niveles de ESO y Bachillerato, los
estudiantes masculinos a menudo lideran y dominan las discusiones de clase.
Estos piden la palabra de manera más frecuente que las estudiantes para
responder a preguntas o participar en propuestas académicas. De acuerdo a la
investigación realizada por Fengshu Liu, esto condiciona inconscientemente a
los profesores a confiar en sus estudiantes varones como principales
participantes y voluntarios. El resultado de ello es que las niñas son llamadas
con menor frecuencia, alimentando su falta de participación, lo que conlleva a
un sesgo de género inintencionado en las prácticas educativas y didácticas.
Los investigadores D. Saker, M. Saker y
K. Zittleman describen en su obra en cuanto a los sesgos de género en la educación,
observaciones en escuelas públicas y privadas en Estados Unidos que han tenido
lugar durante varios años. Los investigadores encontraron que, a partir de los
años de secundaria, los profesores se dedican con menos frecuencia a las
estudiantes femeninas, haciéndoles menos preguntas, mientras que al mismo
tiempo se provee a los estudiantes masculinos de mayor feedback.
Los autores observaron asimismo que había
una distribución desigual en cuanto al tiempo, atención y energía del profesor,
a favor de los estudiantes varones. Después de miles de horas de observación en
diversas aulas y niveles de educación, el equipo de investigación reportó que
la cantidad de estereotipos de género en las clases y prácticas educativas eran
“alarmantes”.
Además de estos sesgos de género en
relación con la participación en clase y la atención del profesor, la
investigadora educativa Kathleen Weiler observó un sesgo importante en cuanto
al material usado en clase. Weiler encontró gran predominancia de figuras y
contenido masculino en el material curricular que suele utilizarse, algo que,
al menos en Estados Unidos, prevalece en todas las escuelas del país.
Sadker, Sadker y Zittleman apuntaron en
sus hallazgos a nivel nacional, que los personajes masculinos continúan dominando
y superando numéricamente a los personajes femeninos (en una escala de 2-1) en
los materiales curriculares.
Examinando
nuestras prácticas y material escolar
Los sesgos ocultos que se encuentran en
el material educativo y en las formas de socialización de los roles de género,
conllevan a un contexto de desigualdad en la educación para niñas y niños. ¿Qué
cambios podemos hacer para crear un contexto de aprendizaje más equitativo para
todos los estudiantes?
Tomemos un momento para considerar las
siguientes preguntas desde tu papel como educador, reflexionando sobre la
equidad de género en tu propia aula:
1. ¿Alguno de los libros incluidos en
el currículum escolar omite a niñas o mujeres o desaíra sus experiencias? ¿Cómo
son representados los niños y hombres?
2. ¿Los personajes femeninos y
masculinos son presentados en roles de género estereotípicamente cerrados en
los libros de texto que usas en clase? Si esto es así o se trata de libros
históricos, ¿Cómo puedes enseñar a los estudiantes a ser críticos en cuanto a
las limitaciones de los roles de género presentados en dichos textos?
3. ¿Suelen tus prácticas educativas
motivar hacia el empoderamiento y hacia comportamientos no-sexistas en los
estudiantes? ¿Desapruebas estereotipos de género, tanto masculino como femenino,
en el contenido de tus lecciones?
4. Si tenéis una biblioteca de aula,
¿Hay un balance en el género de los autores? ¿Hay suficientes libros con
protagonistas femeninas fuertes y competentes? ¿Los libros de no-ficción
cuentan o caracterizan a mujeres y niñas notables?
5. ¿De qué formas puedes potenciar la
equidad de género en la participación en el aula?
6. ¿Haces, tanto a niñas como a niños,
preguntas que representen un desafío para ambos? Durante las discusiones y
debates en clase, ¿Animas diligente y profundamente tanto a niñas como a niños
a participar?
Estrategias
para mejorar las prácticas y el currículo escolar
Aquí algunas ideas para mejorar la
equidad de género en la clase:
1. Si encuentras una mayoría de hombres
en los autores, científicos y matemáticos incluidos en los libros de texto
vigentes, haz tu propia búsqueda para complementar dicho compendio con
personajes femeninos destacados histórica y socialmente.
2. Al hacer preguntas abiertas a la
clase, intenta no nombrar de manera inmediata a aquellos estudiantes que piden
la palabra, de forma que si existe la posibilidad de que alguno se anime
posteriormente a participar, pueda tener la oportunidad de hacerlo.
3. Sé sensible al momento de invitar a
algún estudiante a participar en las discusiones o debates en clase,
asegurándote proactivamente de que todos los estudiantes (independientemente de
su género, pertenencia ética o habilidades de aprendizaje) puedan ser incluidos
en las actividades participativas.
4. Señala y denuncia aquellas nociones
o terminología usadas en los libros de texto de clase que puedan ser sexistas.
También puedes señalar cualquier lenguaje que haga alusión a estereotipos de
género usado por los estudiantes en el aula y valerte de ello para fomentar
discusiones y reflexiones más amplias o profundas al respecto.
5. Si lo consideras necesario, graba
tus clases para tener la posibilidad de hacer una revisión más exhaustiva de tu
propia interacción con tus estudiantes. También puedes invitar a un colega o
compañero a observar tu clase y métodos de enseñanza, de manera que tome nota
acerca de la dinámica predominante en las actividades participativas y tus
tendencias didácticas.
6. Diseña una unidad de estudio o clase
basada en la exploración junto con tus estudiantes de los problemas de género,
autoimagen y equidad. En la actualidad, hay diversas herramientas puestas a
disposición de los profesores para explorar y concientizar acerca de este tipo
de temas.
Interrumpir
las desigualdades de género
La educación es una herramienta vital
para disminuir la brecha entre las oportunidades que tienen mujeres y hombres
en la actualidad. Es necesario que los profesores podamos monitorizar y ser
sensibles de forma continua ante los posibles sesgos que existen en el contexto
escolar, para minimizar su impacto en las oportunidades para aprender y
conseguir metas y logros de todos los estudiantes.
Todos necesitamos trabajar para ser más
conscientes y sensibles ante cualquier tendencia de sesgo en cuanto a género.
Necesitamos estrategias que nos ayuden a reflexionar y a cambiar cualquier
práctica que vaya en contra de la equidad, así como comprometernos a combatir
los sesgos de género en el material y contexto escolar.
Artículo original de Rebecca Alber para Edutopia: Gender Equityin the Classroom. Traducción y adaptación de Kreadis.
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