lunes, 31 de julio de 2017

Tinkering: Un campamento de verano para explorar el mundo con las manos

El “Tinkering School” es un programa educativo creado por Gever Tulley el cual se vale de un contexto de ingeniería y construcción como metáfora de la vida: Dotar a los niños de herramientas reales, para solventar problemas reales en el mundo real.

Incluye formatos como cursos y laboratorios (impartidos también en Madrid), y propone especialmente campamentos de verano, todos ellos centrados en “aprender haciendo”: manipular, experimentar, crear, equivocarse y volver a empezar.

Tinkering, frecuentemente traducido como “jugueteo” o “cacharreo”, está planteado para ofrecer un contexto lúdico y colaborativo en donde se pretende recuperar algo de libertad física e intelectual, como una oportunidad para pensar con las manos, para construir significado y comprensión. Quienes lo fomentan afirman que no se trata de un ejercicio de nostalgia, sino de empoderar a los niños mediante habilidades técnicas, interpersonales y de resolución de problemas que les ayudarán a desarrollar su potencial de cara a los retos del siglo XXI.

Sabemos de sobra que los tiempos actuales y los avances tecnológicos plantean retos en los diferentes contextos de la vida, incluyendo el educativo, y en ello se apoyan este tipo de proyectos de innovación educacional. Por ejemplo, hay datos que apuntan que el 65% de los alumnos de primaria tendrán trabajos que hoy todavía no existen, usarán tecnología que aún no ha sido inventada, y resolverán problemas que ahora mismo no consideramos como tales. Asimismo, el 47% de los oficios que existen hoy en día, se automatizarán en los próximos 20 años, y mucha de la información que consideramos relevante hoy, será obsoleta el día de mañana.

Por ello, tal y como explica Maria Xanthoudaki, directora de Educación en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci de Milán, el tinkering es un método para explorar y comprender nuestro mundo cambiante mediante la ciencia, la tecnología y el arte. Es una metodología que empodera a los jóvenes para intervenir en el espacio que les rodea y cuyas propuestas abiertas e interdisciplinarias abarcan ámbitos científico-técnicos y artísticos.

Como afirmaba Maria Montessori, las manos son los instrumentos de la inteligencia humana, por lo que en el tinkering school, los materiales y herramientas son parte del “laboratorio intelectual” de la mente. En este sentido, Tulley -su creador- apoya el uso de materiales y herramientas que muchos padres considerarían “peligrosos” para los niños, ya que afirma que estos se benefician de este tipo de juego-aprendizaje, en donde terminan por sentirse cómodos vivenciando experiencias reales. Por tanto, creatividad, experimentación y ludificación son algunos de los ejes fundamentales del tinkering.

Tulley describe así su Escuela de Experimentación:

“Es una escuela donde los chicos pueden agarrar palos, martillos y otros objetos ‘peligrosos’ con plena confianza en su manejo, confiados en que no se lastimarán a sí mismos ni a otros. En el Tinkering School no seguimos un programa fijo y no hay exámenes. No intentamos enseñar algo específico.

Cuando los chicos llegan, se les confronta con muchas cosas: Madera y clavos, soga y ruedas, y un montón de herramientas, herramientas reales. Es para los chicos una experiencia de seis días de inmersión, y en ese contexto podemos ofrecerles a los niños tiempo, algo que suele ser escaso en sus vidas sobreagendadas. Nuestra meta es asegurarnos que ellos se van con un mejor sentido de cómo hacer cosas que cuando llegaron, así como la profunda noción interna de que uno puede descubrir cosas tan solo jugueteando.


Nada sale como es planeado, nunca. Y los chicos pronto aprenden que ningún proyecto resulta ser 'perfecto' y se adaptan a la idea de que cada paso dentro de un proyecto es un paso más cerca de la dulzura del triunfo. Empezamos con garabatos y dibujos y a veces hacemos verdaderos planes. En otras ocasiones solo empezamos a construir: Construir es el corazón de la experiencia. Los adultos actuamos como colaboradores, manteniendo el contexto en los proyectos y guiando hacia la meta. El éxito está en el hacer y se festejan y analizan los fracasos. Los problemas se convierten en rompecabezas y los obstáculos desaparecen (…) Surge una profunda comprensión y nuevos enfoques sorprendentes para resolver los problemas que momentos antes hacía que los chicos se sintiesen frustrados… Todos los materiales están a su disposición, incluso las bolsas de plástico pueden convertirse en puentes, más fuertes de lo que cualquiera habría imaginado… Y las cosas que construyen nos sorprenden a todos, incluso a ellos mismos”.

Imagen Ted Talks
Tulley afirma que vivimos en un mundo en donde los niños se encuentran frecuentemente sometidos a contextos de sobreprotección, en donde las regulaciones infantiles en cuanto a seguridad son cada vez más severas. Se pregunta -y nos anima a preguntarnos- hasta dónde puede llegar esta tendencia.

Una de nuestras ponencias más solicitadas* tiene que ver precisamente con recordarnos a todos, como padres y sociedad, hasta qué punto “cuidamos” de nuestros niños de “tantos peligros” hasta enseñarlos a desenvolverse sólo en un mundo “seguro”, un mundo muy distinto al real. En palabras de Tulley:

“Cuando redondeamos cada esquina y eliminamos cada objeto afilado, cada pedazo punzante del mundo, entonces la primera vez que los niños entren en contacto con algo afilado o que no esté hecho de plástico redondeado, van a lastimarse. Así que, a medida que los límites de lo que definimos como la zona de seguridad se hacen cada vez más pequeños, aislamos a nuestros niños de valiosas oportunidades para aprender a interactuar con el mundo que les rodea.”

Resalta que su propuesta no es una invitación al riesgo, sino más bien -todo lo contrario- una nueva visión de seguridad, una que nos permita preparar a nuestros niños ante vivencias reales, en donde puedan sentirse confiados ante los retos de la vida real.


Así, el tinkering, más allá de los laboratorios, cursos y campamentos que propone, invita a una novedosa visión de la educación en la que no solo se fomenta la adquisición de competencias, como el trabajo en equipo y la capacidad de aprender a largo plazo, sino que además prepara y empodera a los niños ante la aventura de explorar, conocer y comprender el mundo real.

Artículo de Kreadis con información de:

-Gever Tulley enTedTalks, LifeLessons Through Tinkering
-Gever Tulley enTedTalks, 5dangerous things you should let your kids do
-Maria Xanthoudaki, Tucreatividad no tiene límites 

*El valor educativo de la frustración

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