El “Tinkering School” es un
programa educativo creado por Gever Tulley el cual se vale de un contexto de
ingeniería y construcción como metáfora de la vida: Dotar a los niños de
herramientas reales, para solventar
problemas reales en el mundo real.
Incluye formatos como cursos y
laboratorios (impartidos también en Madrid), y propone especialmente campamentos
de verano, todos ellos centrados en “aprender haciendo”: manipular,
experimentar, crear, equivocarse y volver a empezar.
Tinkering, frecuentemente traducido como “jugueteo” o “cacharreo”,
está planteado para ofrecer un contexto lúdico y colaborativo en donde se
pretende recuperar algo de libertad física e intelectual, como una oportunidad
para pensar con las manos, para construir significado y comprensión. Quienes lo
fomentan afirman que no se trata de un ejercicio de nostalgia, sino de
empoderar a los niños mediante habilidades técnicas, interpersonales y de
resolución de problemas que les ayudarán a desarrollar su potencial de cara a
los retos del siglo XXI.
Sabemos de sobra que los tiempos
actuales y los avances tecnológicos plantean retos en los diferentes contextos
de la vida, incluyendo el educativo, y en ello se apoyan este tipo de proyectos
de innovación educacional. Por ejemplo, hay datos que apuntan que el 65% de los
alumnos de primaria tendrán trabajos que hoy todavía no existen, usarán
tecnología que aún no ha sido inventada, y resolverán problemas que ahora mismo
no consideramos como tales. Asimismo, el 47% de los oficios que existen hoy en
día, se automatizarán en los próximos 20 años, y mucha de la información que
consideramos relevante hoy, será obsoleta el día de mañana.
Por ello, tal y como explica Maria
Xanthoudaki, directora de Educación en
el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci de
Milán, el tinkering es un método para
explorar y comprender nuestro mundo cambiante mediante la ciencia, la
tecnología y el arte. Es una metodología que empodera a los jóvenes para
intervenir en el espacio que les rodea y cuyas propuestas abiertas e
interdisciplinarias abarcan ámbitos científico-técnicos y artísticos.
Como afirmaba Maria Montessori, las manos son los instrumentos de la
inteligencia humana, por lo que en el tinkering
school, los materiales y herramientas son parte del “laboratorio
intelectual” de la mente. En este sentido, Tulley -su creador- apoya el uso de
materiales y herramientas que muchos padres considerarían “peligrosos” para los
niños, ya que afirma que estos se benefician de este tipo de juego-aprendizaje,
en donde terminan por sentirse cómodos vivenciando experiencias reales. Por tanto, creatividad,
experimentación y ludificación son algunos de
los ejes fundamentales del tinkering.
Tulley describe así su Escuela de
Experimentación:
“Es una escuela donde los chicos
pueden agarrar palos, martillos y otros objetos ‘peligrosos’ con plena
confianza en su manejo, confiados en que no se lastimarán a sí mismos ni a
otros. En el Tinkering School no
seguimos un programa fijo y no hay exámenes. No intentamos enseñar algo
específico.
Cuando los chicos llegan, se les
confronta con muchas cosas: Madera y clavos, soga y ruedas, y un montón de
herramientas, herramientas reales. Es para los chicos una experiencia de
seis días de inmersión, y en ese contexto podemos ofrecerles a los niños tiempo, algo que suele ser
escaso en sus vidas sobreagendadas. Nuestra meta es asegurarnos que ellos
se van con un mejor sentido de cómo hacer cosas que cuando llegaron,
así como la profunda noción interna de que uno puede descubrir cosas tan
solo jugueteando.
Nada sale como es planeado,
nunca. Y los chicos pronto aprenden que ningún proyecto resulta ser 'perfecto' y
se adaptan a la idea de que cada paso dentro de un proyecto es un paso más
cerca de la dulzura del triunfo. Empezamos con garabatos y
dibujos y a veces hacemos verdaderos planes. En otras ocasiones solo
empezamos a construir: Construir es el corazón de la experiencia. Los
adultos actuamos como colaboradores, manteniendo el contexto en los
proyectos y guiando hacia la meta. El éxito está en el hacer y se festejan
y analizan los fracasos. Los problemas se convierten en rompecabezas y los
obstáculos desaparecen (…) Surge una profunda comprensión y nuevos
enfoques sorprendentes para resolver los problemas que momentos antes hacía
que los chicos se sintiesen frustrados… Todos los materiales están a su
disposición, incluso las bolsas de plástico pueden convertirse en puentes, más
fuertes de lo que cualquiera habría imaginado… Y las cosas que construyen nos
sorprenden a todos, incluso a ellos mismos”.
Imagen Ted Talks |
Tulley afirma que vivimos en un
mundo en donde los niños se encuentran frecuentemente sometidos a contextos de sobreprotección,
en donde las regulaciones infantiles en cuanto a seguridad son cada vez más
severas. Se pregunta -y nos anima a preguntarnos- hasta dónde puede llegar esta
tendencia.
Una de nuestras ponencias más
solicitadas* tiene que ver precisamente con recordarnos a todos, como padres y
sociedad, hasta qué punto “cuidamos” de nuestros niños de “tantos peligros”
hasta enseñarlos a desenvolverse sólo en un mundo “seguro”, un mundo muy
distinto al real. En palabras de Tulley:
“Cuando redondeamos cada esquina
y eliminamos cada objeto afilado, cada pedazo punzante del
mundo, entonces la primera vez que los niños entren en contacto con algo
afilado o que no esté hecho de plástico redondeado, van a
lastimarse. Así que, a medida que los límites de lo que definimos como la
zona de seguridad se hacen cada vez más pequeños, aislamos a nuestros
niños de valiosas oportunidades para aprender a interactuar con el mundo
que les rodea.”
Resalta que su propuesta no es
una invitación al riesgo, sino más bien -todo lo contrario- una nueva visión de
seguridad, una que nos permita preparar a nuestros niños ante vivencias reales, en donde puedan sentirse
confiados ante los retos de la vida real.
Así, el tinkering, más allá de los laboratorios, cursos y campamentos que
propone, invita a una novedosa visión de la educación en la que no solo se
fomenta la adquisición de competencias, como el trabajo en equipo y la
capacidad de aprender a largo plazo, sino que además prepara y empodera a los
niños ante la aventura de explorar, conocer y comprender el mundo real.
Artículo de Kreadis
con información de:
-Gever Tulley enTedTalks, LifeLessons Through Tinkering
-Gever Tulley enTedTalks, 5dangerous things you should let your kids do
-Gever Tulley enTedTalks, 5dangerous things you should let your kids do
-Maria
Xanthoudaki, Tucreatividad no tiene límites
*El valor educativo de la frustración
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