Las valoraciones que se llevan a cabo en el contexto
educativo han mostrado tener una influencia sobre el desempeño y la motivación
de los estudiantes. El sistema de valoraciones es, claramente, el más utilizado
a nivel práctico (evaluación por medio de calificaciones a pruebas y trabajos,
valoraciones generales de desempeño, medias de rendimiento…); sin embargo,
muchas de estas valoraciones carecen de una base genuinamente educativa.
Un “8” en una prueba, proporciona estudiantes, padres y educadores
información cuantitativa acerca del desempeño, pero deja un vacío a nivel
cualitativo: ¿Qué habilidades están sustancialmente desarrolladas?, ¿Qué
requiere un trabajo adicional?, ¿Qué áreas de deficiencia han de ser trabajadas
en ese estudiante? ¿Cómo se puede fomentar un rendimiento mayor? ¿Cómo puede
mejorar el estudiante?.
Estos aspectos que no abarca la valoración cuantitativa,
pueden ser trabajados a nivel cualitativo por medio del Feedback, el cual
representa una estrategia que ha mostrado un impacto claro y contundente sobre
el desempeño de los alumnos.
¿Qué tipo de feedback
estoy proporcionando?
¿Os suena alguna de estas frases?:
“Hay que trabajar un poco más y mejor”/ “La ortografía ha
perjudicado el trabajo que has presentado”/ “En la próxima prueba has de
dedicar más tiempo al estudio para aprobar”/ “Tienes que planificarte mejor”/
“Como no apruebes mates, no vuelves a usar la Play”.
El feedback negativo, que constituye otra forma de
valoración, es una de las formas predominantes en las convenciones
comunicativas universales, incluyendo el contexto educativo. A menudo la
frecuencia y automatismo relacionados con su uso, tienen que ver con el
desconocimiento acerca de estrategias de comunicación positiva o las pautas
aprendidas a nivel personal o cultural en cuanto a comunicación.
Está comprobado, sin embargo, que cuando el Feedback es
predominantemente negativo –aunque la intervención esté evidentemente dirigida
a apoyar al estudiante en la consecución de sus metas- termina por desalentar
el esfuerzo y el logro. Aún más, el feedback negativo se salta la primera regla
se enseñanza: dirigir o encaminar. Este no proporciona alternativas
constructivas que reorienten los esfuerzos hacia la meta educativa planteada.
Alternativas de valoración: Feedback Positivo
Es necesario
ahondar en alternativas comunicativas para encontrar una forma adecuada de
feedback que no resulte desalentadora para el aprendizaje del estudiante. ¿Qué aporta
el Feedback positivo?
- Su objetivo es proporcionar un contexto nutritivo al estudiante, de forma que este no se enfrente a los retos académicos sintiéndose derrotado.
-Constituye una estrategia de valoración de aprendizaje efectivo: dejará en el estudiante la sensación de que puede conseguir lo que sea que se proponga.
-Simplifica los campos de mejora y trabajo, dando un punto de partida al estudiante para que refuerce aquello en lo que está fallando.
- Su objetivo es proporcionar un contexto nutritivo al estudiante, de forma que este no se enfrente a los retos académicos sintiéndose derrotado.
-Constituye una estrategia de valoración de aprendizaje efectivo: dejará en el estudiante la sensación de que puede conseguir lo que sea que se proponga.
-Simplifica los campos de mejora y trabajo, dando un punto de partida al estudiante para que refuerce aquello en lo que está fallando.
Haz
preguntas reflexivas. “He notado que en clases de Literatura sueles
distraerte. ¿Qué elementos echas de menos en la clase para mantenerte atento?,
¿Qué alternativas podríamos emplear para redirigir tu atención a la tarea o a
la clase?. Estas preguntas proporcionan un feedback seguro: se plantean de
forma no amenazante, dejando claro aquello que se desea mejorar y buscando
alternativas para hacerlo.
Haz
uso del feedback en el momento oportuno. El feedback inmediato, no solo permitirá
que el estudiante lo conecte con la tarea de aprendizaje, sino además reducirá
su frustración ante los errores. Esto cobra especial relevancia cuando se trata
de alumnos de corta edad que no serán capaces de asociar el feedback a la
acción si no se hace de manera inmediata.
Ten
en cuenta las necesidades individuales del alumno. Es importante ser
sensible a las emociones del alumno en particular. La forma de proporcionar el
feedback ha de tener en cuenta esto, no desalentar o perjudicar la autoestima,
al tiempo que se estimula el trabajo y se explican los errores.
No
tengas miedo de proporcionar un feedback. Suele ser difícil escuchar que hay algo
que no estamos haciendo bien. Sin embargo, si no apuntamos aquello que requiere
de mejora, el estudiante no tendrá la posibilidad de trabajar en ello y
mejorar.
Con
información de: Teachthought , Heather Wolpert-Gawron , Scott Taylor y Edutopia.
Para más información,
visita nuestro artículo acerca de Pautas para Proporcionar Feedback Positivo
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